Viruta 40.00 lápiz verde ruso* dibuja el proyecto NOUGAT, una boutique del dulce que nos traslada a una de esas noches de verano en el porche de casa de los abuelos.
El olor del pan recién hecho, las capachas con azúcar y la torta de yogur y limón saliendo del horno. Olores inconfundibles que nos llevan a una de tantas tardes de verano, con los últimos rallos del sol, tirados en el porche color verde deslavado, sobre la mecedora de malla de rejilla de mimbre y con el cojín de pata de gallo, siempre tirado en el suelo, en el pueblo de los abuelos.
Nougat nos lleva a estos recuerdos gracias a su tradicional pastelería dulce. Un local a priori frio por la desnudez de sus suelos y estructuras en hormigón, que gracias a la intervención sobre sus armariadas y los nuevos revestimientos en madera de pino, elimina los aceros inoxidables y neutraliza la paleta de grises, aportándole al espacio, a parte de una escala más doméstica, un diseño de interiores acogedor y con reminiscencias tradicionales.
La introducción de la rejilla de mimbre en el techo a diferentes niveles, crea un efecto de recogimiento, bajando la altura del local, sin ser algo pesado. Un velo cálido sobre nuestras cabezas que hace de contrapunto con detalles materializados de igual forma, como pueden ser la puerta de acceso a los servicios o el servicio de barra. Estos velos además, ayudan a disipar las fuentes lumínicas artificiales, creando un efecto en la iluminación más homogéneo.