Viruta 47.00 lápiz azul monastral dibuja una vivienda en el tradicional barrio del Cabanyal de València.
Un proyecto de rehabilitación e interiorismo de una casa histórica de 85m2 a la que hemos devuelto la esencia marinera del antiguo vecindario de pescadores.
Elementos arquitectónicos originales, materiales preexistentes y el alma de este barrio popular se elevan a través de una recuperación respetuosa en la que el valor sentimental ha sido imperante.
Se trata de un edificio de dos plantas, que data de 1946, al cual era necesario devolver su esplendor oculto, opacado durante demasiados años por su cierre, la humedad y el paso del tiempo.
El proyecto se centra en elevar el historicismo de la casa para poder volver a disfrutar de ella. Para ello, recuperamos las partes esenciales que pudieran estar deterioradas aportando un nuevo lenguaje que evoque mar y sal en cada rincón.
En esta obra la materialización de la vivienda sigue una única dirección: reinterpretar el diseño de interiores original, adaptándolo a las necesidades de la actualidad.
Por ello, las paredes originales de ladrillo se han preservado en los muros medianeros para contrastar con una alfombra de mosaico bicolor azul y blanco roto en modelo damero que viste los suelos y paredes del espacio.
Este diseño aporta un efecto óptico hipnótico que maximiza los espacios y se presenta como un elemento diferenciador, tradicional y con una atmósfera propia y singular.
Durante la obra, descarnamos toda la vivienda dejando desnudos los ladrillos originales y reparamos las molduras preexistentes para otorgar altura y dotar de valor nostálgico al interiorismo.
Una intervención respetuosa con la arquitectura y con la historia.
La carpintería interior fue recuperada antes de la demolición. Tanto la puerta de acceso como las de cristal y madera que dan paso a las habitaciones han sido tratadas, decapadas y enceradas.
El resto de la carpintería se ha proyectado para generar los volúmenes destinados a los aseos. Estos cuentan en su interior con el aplacado en mosaico bicolor que cose el interiorismo de la vivienda y con el techo entelado en esparto que diferencia la zona de higiene personal, finalizada en microcemento.
La vivienda mantiene la entrada de luz natural tradicional con la fue concebida en 1946. Con nuestro afán por la preservación del patrimonio, respetamos los huecos que bañan el interior. Además, el patio trasero insufla luz ambiente al interior a través de su apertura generosa hacia la cocina.
La mayor parte del mobiliario lo hemos diseñado ad hoc para poder cerrar este diseño de interiores de gran complejidad debido a sus reducidas dimensiones.
Casa Cabanyal cuenta con una azotea transitable que ha sido destinada para el descanso lúdico.
En ella, se ha impermeabilizado la cubierta con una plaqueta tradicional de barro en formato pequeño, llamada catalana, y colocada a tresbolillo. Sobre ella, descansa un cenador de madera para poder contemplar las mágicas noches a la luna de València.